jueves, 25 de octubre de 2012

¿Pausa?


Marzo de 2012

«Esa misma tarde había pensado en descolgar, marcar, esperar a que contestara y decir “Hola, encanto, tengo demasiadas cervezas para mí sola, ¿me ayudas?” Pero no hice nada.

»Esa noche aún era pronto. Pensaba suplicarle. Pero no contestó. No contestó ni la primera ni la cuarta vez que le llamé.

»Todavía tenía el estómago delicado y los doctores no me hubieran dejado beber cerveza pero ahora ya ni siquiera me apetecía. Todo aquello que puedes querer se supone que termina por matarte. Bueno… la vida en sí misma es muerte así que, sinceramente, me daban igual los doctores y sus estúpidas recomendaciones. Esas que nadie sigue.

»A veces pienso que todo fin conlleva un proceso. A veces prefiero pensar que el proceso mismo es el propio fin. Creo que era Dostoievski en algún lugar entre sus Apuntes del subsuelo que decía que alargamos al máximo el proceso, incluso lo entorpecemos nosotros mismos porqué realmente tememos que al alcanzar el fin, nuestra existencia pierda su sentido original.»

sábado, 15 de septiembre de 2012

Conflictos, recuerdos y esencia

Marzo de 2012
«Comienzan los conflictos internos. Y que a nadie se le ocurra preguntar de qué tipo, o si son morales, nada, ¿entendido?
»Lo cierto es que los conflictos no aparecen hasta que no estamos mínimamente incómodos con algo. Si todo va bien, ¿cómo puede aparecer un conflicto interno, un dilema o cualquier otra cuestión? Bueno, vale, vale. Puede que no desees tu propia felicidad y bla, bla, bla. Ahora dime, a parte de ese caso extremo y particular... No aparecen, no.
»Bah, da igual. Realmente no importa en absoluto que yo tenga un conflicto, en qué radique o qué solución tenga pensado darle. Creo que hasta a mí me da igual de momento. Es mejor saber acerda de qué voy a decidir bien antes de de decidir nada...
»No recuerdo la última vez que disfruté realmente de una cerveza. Bueno, sí, una es fácil, hace poco, la semana pasada... Pero hablo de una sentada. Esas tardes normales y corrientes donde lo mínimo eran cuatro y podían alargarse. Esas tarde y esas noches... [...]
»Pero bueno, solo son recuerdos.
»Y una voz responde: «¿Qué somos sino recuerdos y experiencias?». Cierto, somos eso. De no ser por los recuerdos seríamos errores de la naturaleza. Quiero decir, definitivamente. Es algo que hay que asumir. Y no sólo asumir.»