domingo, 19 de septiembre de 2010

Regreso imposible

Martes 6 de julio de 2010

«También ellos necesitan juntarse para existir.»

(...)

«Nunca he rechazado estas emociones inofensivas; al contrario. Para sentirlas basta estar un poquito solo, justo lo necesario para desembarazarse de la verosimilitud en el momento oportuno. Pero me quedaba cercad e las gentes, en la superficie de la soledad, decidido a refugiarme, en caso de alarma, en medio de ellas; en el fondo era, hasta entonces, un aficionado.»

Una vez uno se recluye en la soledad, decide dejar de pertenecer a la sociedad, el colectivo social al que debería pertenecer, no sólo es él quien se marcha. Es al mismo tiempo la sociedad la que le niega la posibilidad de reinserción en ésta. Aquel que renuncia a pertenecer a la sociedad, no tendrá la oportunidad de enmendar su error, no podrá recuperar su anterior nivel social, su anterior estatus social, nunca jamás.

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