martes, 22 de junio de 2010

La esperanza y otras trampas

Martes 15 de junio de 2010

Vivir nuestra vida si la basamos en una ilusión, en una creencia, en una interpretación errónea de la realidad, en definitiva en algo irreal, lo que conseguimos es mermar las posibilidades de felicidad real, obsesionándonos con esa ilusión. El deseo de algo, el deseo de una impresión determinada, puede conducir -de hecho lo hace- a una percepción distorsionada de la realidad, a que bien nuestros sentidos captan la información procedente del exterior de forma equívoca, o bien a que la información recibida en nuestro cerebro sea la correcta pero, su interpretación errónea.
Son estas falsas pruebas del mundo real las que convierten nuestra vida, una vida real, en una vida también real pero bajo el objetivo, las aspiraciones irreales. Por lo que vivimos nuestra propia vida real en un mundo irreal dentro de la realidad misma. Es esto a lo que llamamos vulgarmente esperanza. Aquello que nos va destruyendo progresivamente. Bueno, en realidad es una, digamos, pseudoevolución: creemos que estamos consiguiendo algo cuando puede que el objetivo que perseguimos nunca haya dado señales de ser tal. Pensamos en vano que vamos progresando en nuestro camino cuando lo único que hemos conseguido es destruir nuestra vida real, entregándonos a la imaginaria. Es cuando se descubre que el objetivo nunca ha dado señales de ser tal, cuando también nuestra vida imaginaria y nuestro mundo irreal son destruidos, ha desaparecido del mapa dando lugar al mundo real. Un mundo para el que, tal vez, me no estábamos preparados. ¿Qué es lo que pasa entonces? Adviertes que no tienes una vida aunque realices las funciones básica que indican vida. Pero lo que no tienes es una vida que te importe, porqué ya no es que lo hayas perdido, es que has visto que jamás había existido.
Esto puede derivar en dos situaciones. Por un lado que una vez descubierto el autoengaño tratemos de crear una vida real dentro del mundo real, pudiendo errar de la misma forma. Y por otro lado, puede llevar al suicidio. Suicidio llamémosle a dos situaciones: la primera en la que morimos (nos provocamos la muerte) y somos enterrados y, por otro lado, la segunda en la que aunque sigamos respirando y nuestro corazón bombee sangre, carecemos de vida, de vida real, porqué la imaginaria ni siquiera es vida.
Es por todo esto por lo que lo más recomendable para no dejar de tener vida, sería el no tener expectativas. Porqué son las expectativas, de igual manera que los deseos, las que nos conducen a la percepción deseada del mundo real convirtiéndolo en irreal. Lo que, al contrario de lo que puede resultar, sí que se deberían tener es algún tipo de objetivo, metas, que dependan única y exclusivamente de uno mismo porqué aquello que depende de otra persona, no tiene sentido el depositar la confianza en ello. Porqué sólo podemos responsabilizar a alguien, y ese alguien eres tú mismo, somos nosotros mismos, de conducir al fracaso un objetivo. O en conclusión, de arrebatarnos la vida.

martes, 15 de junio de 2010

Invasión

Domingo 13 de junio de 2010

¿Por qué nos afecta nuestro propio pasado? Ese pasado turbio del que nos avergonzamos o simplemente del que no nos sentimos orgullosos. Porqué seguramente se haya fallado en la técnica: el fingir desinterés, pasividad o qué hagamos entender que no nos importa ni nos afecta.
El no enfrentarse a los problemas conlleva el almacenamiento de estos en alguna parte de nuestra mente. Los dejamos allí, actuando como si no nos importaran. Pero al mismo tiempo, esos recuerdos van ocupando cada vez más espacio en nuestro consciente y en nuestro subconsciente. Nos van devorando de alguna forma por dentro, van destruyéndonos. ¿Cómo? Ocupa el puesto que deberían ocupar otros pensamientos: los nuevos y los recuerdos. La forma de actuar es similar a la de la depresión.
(Parece ser que el pasado, el presente y el futuro, los rescuerdos y los pensamientos relativos a cada uno de ellos, tienen un lugar, un puesto predeterminado en nuestra mente. La depresión ocurre cuando aquello que pertenece al pasado ocupa, invade el sitio reservado y destinado al presente. Por lo que el presente se converte en no otra cosa que el continuo ataque de nuestros recuerdos durante el día a día actual. La ansidedad es el desajuste contrario. Es decir, los pensamientos pertenecientes al futuro invaden el lugar destinado al presente. Entonces el presente se llena de la sensación de ir contrarreloj, de no ser consciente -o no tanto como deberíamos serlo- del presente, del momento que vivimos.).
El comienzo en forma de incomodidad y la negación de ésta en público y en uno mismo puede derivar, con el tiempo y con un aumento considerable del grado en que los recuerdos nos afectan, en una depresión. Por eso, no debe dejarse que un recuerdo -o varios, o muchos-, por desagradables que sean, condicionen tu presente.
La solución pasa por enfrentarse a esos recuerdos, plantear soluciones y acatarlas de forma efectiva.

domingo, 13 de junio de 2010

Títeres de la indeterminación

Domingo 13 de junio de 2010

¿La vida está regida por algo? No. El curso de tu propia vida lo eliges y decides tú mismo. Depende de tí hasta qué punto te influyen los demás. Por desgracia, todos conocemos a alguien carente de personalidad, valores, ideales y pensamientos propios, que espera que la vida u otros le conduzcan a un buen lugar. Resulta increíble que alguien sea capaz de dar por sentada semejante barbaridad, la carencia de inteligencia y autodeterminación debe ser colosal en dicha persona. Lo más curioso es que son este tipo de personas las que ponen un mayor afán en manejar la vida de sus allegados, independientemente de la negativa de éstos, por evidente que sea. Curiosamente, este tipo de casos sólo los he conocido en chicas, las cuales son manejadas a modo de títeres por sus madres o otras chicas que se denominan a ellas mismas (y son denominadas por las víctimas impersonales) como "su mejor amiga". Estas chicas carentes de personalidad, actúan creyendo que manejan ellas a sus compañeras. Es realmente interesante el grado de confusión o simple desconocimiento propio, no se conocen a ellas mismas. Cierto es también, que aun para nosotros mismos somos en cierto modo desconocidos, pero lo que se ve en estas chicas, se sale de los esquemas. Es fascinante la ceguera con la que se mueven. Realmente, un digno objeto de estudio en toda regla. Y yo me pregunto, ¿es posible destuir (psicológicamente, por supuesto) a este tipo de personas? ¿O tal vez ya no queda nada que destruir? Si fuera cierta la seunda, implicaría que realmente, estas personas tienen cierta consciencia acerca de su situacion real. En cambio si su mente estuviera completamente manejada por esa otra persona, ese titiritero, no habría nada que destruir. La víctima se habría convertido en algo como un siervo, un seguidor y protector, además de difusor y predicador del modo de pensar imprimido por el titiritero en la mente de la marioneta impersonal. ¿Acaso nunca se plantea la "buena fe" de las instrucciones de su "maestro"? ¿Nunca cuestionan ni a su manipulador ni la validez de sus pensamientos, valores e/o ideales? En tal caso, serían por definición, no aptos para el desarrollo tanto personal como intelectual, emocional, etc.
Son unos lastres para la evolución tanto intelectual como personal, y el desarrollo del colectivo social o de la sociedad. Deberían ser apartados de los ejercicios como eso, dedicados íntegramente al pensamiento y al desarrollo.
El apartar o separar a los individuos no aptos del panorama intelectual y del poder, aumentaría sin dada la competitividad y la competencia de las partes que, en efecto, sí que son aptas. A su vez, la competencia, ejerce también de filtro para determinar quienes son aquellos más aptos para el desarrollo del pensamiento. Llegando de esta forma a una sociedad en contínua evolución y progreso.

Sugestionabilidad, pérdida del control y debilidad

Para hablar de la debilidad que supone la pérdida del control de una situación para ciertas personas, he intentado informarme. Y al teclear en el buscador google.es las palabras "psicología debilidad humana" prácticamente sólo me han salido páginas católicas o cristianas en general. La primera de ellas haciendo referencia a la homosexualidad...
Necesitaré apuntes de alguna otra persona para llevar a cabo algo así. Este verano también le echaré un ojo a Freud.

-----------

Hay un sentimiento que es el sentimiento de debilidad. ¿En qué consiste? Sientes impotencia ante una situación, no sabes qué hacer ni cómo salir de ella, tampoco sabes por donde empezar para resolver esa problemática situación. El sentimiento de debilidad, por si fuera poco, te llena de rabia, frustración y todavía más impotencia. Todo ello te impide vislumbrar siquiera el comienzo de la resolución.
El sentimiento de debilidad implica a menudo la pérdida del control de la situación, cuya combinación te causa una fuerte aversión. De forma independiente, la idea de pérdida del control también resulta casi insoportable, más bien desagradable, algo a lo que no se quiere enfrentar uno, algo que no visualiza siquiera a modo de hipótesis.
Entonces nos preguntamos ¿por qué tenemos que ser débil? Nietzsche dijo que lo que no te mata, te fortalece. Si con todo lo que ha sido vivido y todo lo que se ha superado, no se ha muerto, pero sin embargo te das cuenta de que eres débil, porqué eso es de lo que estás convencido, significa que no eres fuerte. Antes de darte cuenta de semejante hecho, habías estado convencido durante semanas, meses, años, de que eras fuerte. Ahora crees haber estado viviendo de una ilusión, una ilusión que decías tú mismo y tú mismo te la creías. Algo tan grave que te avergüenza no haberte percatado antes.
Pero aún queda una posibilidad y es que sólo vemos, sólo entendemos aquello que queremos ver. Puede que antes quisieras ver que eras fuerte. Pero puede que ahora, por influencia externa, lo que quieras creer -lo que esa influencia pretende que creas- es que te sientes débil. Es necesario no perder el control entonces, de la propia razón, y sólo a partir de ahí, ser capaz de averiguar hasta que punto somos sugestionables, porqué cuanto más sugestionables somos más débiles también somos. Una persona fuerte no se deja sugestionar. Sin embargo el equilibrio hay que hallarlo en no dejarse sugestionar, pero si en dejar que otros compartan contigo sus experiencias, lo cual te enriquece, pero sin que estas determinen en gran medida tu resolución final. Y no dejarse sugestionar, no dejarse influenciar en todos aquellos aspectos determinantes, es el primer paso para alcanzar la verdadera fuerza personal.

jueves, 10 de junio de 2010

La amistad, esa gran desconocida

Martes 1 de junio de 2010

[...]
Por otro lado, es más fácil ser uno mismo, abrirse ante un completo desconocido que, sencillamente, te cause una especie de confianza. ¿Por qué? Tal vez sea porqué no tememos perder nada como una amistad. Así es como se hacen los verdaderos amigos. Pero sin embargo si esta persona te causa otro tipo de sentimiento como, no sé, admiración, o deseas su amistad o un favor por su parte, tenemos una tendencia potenciar aspectos propios que realmente son impropios. Por ejemplo, si a ese desconocido le gusta el alcohol, tú harás ver que también te gusta aunque sea lo que menos soportes en este mundo.
Siendo abiertos desde un primer momento llegamos a un razonamiento envidiable: los que no salen huyendo y te apoyan se han convertidos en amigos, tal vez mucho más valiosos que los que tú tenías en un primer momento. Si por el contrario, ese desconocido te rechaza, no has perdido nada demasiado valioso.
Por eso es mucho más difícil mostrarse sin tapujos ante los seres cercanos como la familia, los compañeros, los jefes, todo aquel del que temamos el rechazo. La simple posibilidad de rechazo nos aterra eclipsando las posibilidades, por grandes que sean, de aceptación.
¿No es doloroso? Si que lo es, hasta que te das cuenta de que por ejemplo ni los compañeros de trabajo, ni los familiares ni los jefes ni nadie, absolutamente nadie "cercano" está predestinado a ser un amigo. Claro está que un desconocido que se convierta en amigo, se puede convertir más adelante en alguien "cercano".
Son aquellos que un día fueron desconocidos y tras conocerte, no huyeron, los dignos de ser llamados amigos.
Cuando te das cuenta de esto es cuando puedes crecer como persona. Porqué son los amigos los que te brindan gratuitamente sus experiencias de las que aprendes. Si una persona se empeña en hacer coincidir su círculo de amistades con sus compañeros de instituto (éste es el ejemplo más claro) es difícil que se de lugar a una verdadera amistad.


¿No estáis de acuerdo?

La vida está condenada, ¿o quizás no?

Lunes 24 de mayo de 2010
[...]
Somos insignificantes. ¿Qué somos nosotros en el universo? La raza humana está condenada a la extinción desde el momento en el que alguien vio que tenía capacidad de cuestionarse algo. Con suerte, dentro de unos cuantos millones de años, nos estudiará una especie superior. Eso en el mejor de los casos. Si esto no es más que un tablero, ¿quiénes son los jugadores? ¿Quién nos maneja a cada uno? ¿Es Dios? ¿Los Dioses? ¿O somos el pasatiempo de una especie superior? Si somos manejados, yo soy así porqué soy el reflejo de ese alguien que me maneja. Probablemente sea de una parte de él que no puede mostrar y plasma en mi. Tal vez por eso esté como estoy. Si todo fuera así, no sería tan difícil, no sé. Carecería un poco de importancia. Pero no es así. ¿Y si yo soy una herramienta de ese alguien? ¿Una enviada? Sería bonito pensar que soy especial y por lo tanto capaz de algo. No es que sea una completa inútil.
Pero es mejor no cuestinarse todo esto. Ser uno mismo su propia herramienta. Conseguir yo lo que yo quiero, y nada más. ¿Qué más da si alguien quiere lo mismo?
[...]
Por cierto, lo de antes, algo así como que la vida seria como en la Edad Media, una transición (...) eso sería resignarse, sería estoicismo. Y si algo tengo claro es que yo estoica no soy, así que ni plantearselo otra vez.
[...]


Y recordad las recomendaciones del principio...




¡Salud!

¿Y después? ¿Qué?

Viernes 5 de marzo de 2010
[...] Es bonito pensar que cuando alguien muere, puede seguir sabiendo qué pasa aquí abajo. Yo no sé ni qué es lo que creo. Intento consolarme con que la gente ya lo cree. ¿Con eso es suficiente? Ni siquiera pienso si hay o no hay algo después de la muerte. No quiero saberlo. ¿Cómo sería todo si supiera que no hay nada? ¿Cómo sería todo si sí que hubiera algo? ¿Es mejor no preocuparse? ¿Es que tengo miedo? ¿Y si después de la muerte lo que hay es nuestra vida, otra vez? Podría ser... ¿por qué no? Pero sería... ¿el purgatorio? ¿el infierno? Que cualquiera haga balance con su propia vida. ¿Realmente estaría dispuesto a vivirla por segunda vez? ¿Por tercera? ¿A que te destruyan una y otra y otra vez? Al fin y al cabo la vida es eso, una sucesión de construcción y destrucción de nosotros mismos. Para eso, seguramente, sería mejor que no hubiera nada: sólo muerte, gusanos, tierra, putrefacción, descomposición, cenizas. Todo habría acabado y no habría más. Una vida con la que uno mismo quiere terminar y al hacerlo, todo lo que consigue es que se repita una y otra vez es mucho peor que la muerte.
No podría ser que algunas personas acumularan tanto sufrimiento. ¿Y si aquellas personas que parecen felices son en realidad unos pobres desgraciados?, envidiaríamos a unos desdichados.
Viviendo en un mundo gris, autómata, como robots.


¿Qué pensais?

martes, 8 de junio de 2010

Biblia, propaganda del mal

(Jueves 4 de junio de 2009)

«(…) Estamos en historia, viendo un vídeo sobre el arte barroco, no dejan de darle vueltas al Vaticano y a Roma... Pero lo de la euforia (o el orgasmo) de Santa Teresa... jejeje. Es sorprendente lo que un viejo libro puede mover. Ese viejo libro conocido como Biblia, llegó a dominar medio mundo y aún está presente. Es curioso lo que puede hacer la gente por un viejo libro. Antes recordaba algo de la catedral de Berlín y Lucifer... no recuerdo la historia, la buscaré en internet, seguro que hay algo.

En realidad yo siempre digo lo mismo: para 'confirmar' o hacer más fuerte la creencia en un Dios, la Iglesia se esfuerza al máximo por potenciar la creencia en un anti-dios: Lucifer, según los profesores de religión que he tenido el más hermoso de los ángeles, la representación de los pecados, sobretodo el carnal. Si cuanto más lo pienso, más me parece que la religión está planteada del revés


De esto hace poco más de un año. Y sigo pensando más o menos igual. La Biblia no es más que un viejo libro, de ficción (qué interesante...) y curiosamente los que la han conformado a partir de viejos libros ha sido la Iglesia, con el cut & paste o corta y pega, tan empleado hoy en día. Son unos visionarios estos curas... Hace algún tiempo, dos o tres años por lo menos, oí en la televisión que habian encontrado el testamento de Judas, aquel pelirrojo retratado como traidor, seguro que sabeis a quien me refiero. Bien, parece ser que el su testamento afirmaba que el Señor de los cristianos, Jesús, sólo confiaba en él. Y todo fue un montaje de Jesús y Judas. No hubo traición, sólo se lo ocultaron al resto del mundo. ¿Adivinais la reacción de la Santa Sede? Califiaron su testamento de blasfemo y su información de calumnias. Estos señores clérigos nos han permitido conocer la historia contada por cuatro de los doce elegidos. Supongamos que tienen razón: Judas mentía también en su librito. ¿Y los otros siete?
Yo no tengo la posibilidad de preguntarles a los profesores de religión que conozco acerca del tema, así que os invito a preguntar y averiaguar algo. Seguramente os dirán algo interesante, os agradecería que lo compartierais conmigo.

La esencia, eso es lo que se busca

Bien, debería presentarme:
Soy Sandra y tengo 16 años (bueno, casi 17). Este blog lo hice para hacer una especie de diario diferente, de reflexiones y apto para la lectura. Pero me pareció patético. Así que he borrado las pocas entradas que habían y ahora lo que pienso hacer es compartir reflexiones. Al final le he pillado el gustillo a eso de filosofar y a la filosofía cosmopolita. Lo que leeréis no será nada del otro mundo ni gran cosa, pero ahí está. Es decisión vuestra lo que queráis hacer...
También os aviso como va a ser más o menos.
1. Lo que escriba no significa ni que lo piense tal cual, ni que lo apoye, ni que lo haga, ni que esté en contra, ni nada de nada. Si quiero compartir mi punto de vista acerca de algo, diré que lo comparto o que estoy en contra.
2. No os aseguro que lo que ponga tenga sentido ni sea coherente, básicamente por el simple hecho de que a veces no doy a entender lo que quiero y no sé explicarlo como me gustaría.
3. Algunas de las reflexiones que pondré serán de hace cosa de un año, así que no esperéis grandes reflexiones ni tengáis demasiadas expectativas.
4. Os animo a comentar, a discutir (abstenerse de insultos, me refiero a debatir abiertamente) y a hacer lo que queráis siempre y cuando se encuentre dentro de vuestros propios límites.
5. Daros las gracias por perder un rato de vuestro tiempo en dejar que os maree.